Mariana Enríquez, Fin de curso
Fin de cursoNunca le habíamos prestado demasiada atención. Era una de esas chicas que hablan poco, que no parecen demasiado inteligentes ni demasiado tontas, y que tienen ese tipo de caras olvidables,...
View ArticleJohn Cheever, El brigadier y la viuda del golf
El brigadier y la viuda del golfNo quisiera ser uno de esos escritores que exclaman, al levantarse todas las mañanas: «¡Gogol, Chéjov, Thackeray y Dickens!, ¿qué hubierais hecho con un refugio atómico,...
View ArticleEugenio Mandrini, Los misterios de la poesía.
Los misterios de la poesía.El poeta Ezra Kiesinsky, famoso por sus visiones que la realidad prontamente imitaba, hacía meses que no escribía una sola línea, ni una palabra o sílaba o letra. Se estaba...
View ArticleClarice Lispector, Restos del Carnaval
Restos del CarnavalNo, no del último carnaval. Pero éste, no sé por qué, me transportó a mi infancia y a los miércoles de ceniza en las calles muertas donde revoloteaban despojos de serpentinas y...
View ArticleCesare Pavese, Años
AñosDe lo que era yo entonces no queda nada: apenas hombre, era aún un crío. Lo sabía hacía tiempo, pero todo ocurrió a finales del invierno, una tarde y una mañana. Vivíamos juntos, casi escondidos,...
View ArticleJean Rhys, El ruido del río
El ruido del ríoLa bombilla eléctrica colgaba de un corto cable desde el centro del techo de la habitación, y como no había luz suficiente para leer se tumbaron en la cama y charlaron. El viento...
View ArticleRicardo Piglia, La loca y el relato del crimen
La loca y el relato del crimenIGordo, difuso, melancólico, el traje de filafil verde nilo flotándole en el cuerpo, Almada salió ensayando un aire de secreta euforia para tratar de borrar su...
View ArticleSamanta Schweblin, Mis padres y mis hijos
Mis padres y mis hijos―¿Dónde está la ropa de tus padres? ―pregunta Marga.Cruza los brazos y espera mi respuesta. Sabe que no lo sé, y que necesito que ella haga una nueva pregunta. Del otro lado del...
View ArticleEmiliano Monge, La tempestad que llevan dentro
La tempestad que llevan dentro Mis novias sólo le caían bien cuando eran mis exnovias, murmuró Madero y su voz sonó casi como un grito, sobresaltando al resto de hombres y mujeres que, al igual que él,...
View ArticleRay Bradbury, El cohete
El coheteFiorello Bodoni se despertaba de noche y oía los cohetes que pasaban suspirando por el cielo oscuro. Se levantaba y salía de puntillas al aire de la noche. Durante unos instantes no sentiría...
View ArticleBernard Malamud, El pájaro judío
El pájaro judíoLa ventana estaba abierta y el delgado pájaro voló al interior. Aleteando con sus agotadas alas negras. Así funcionan las cosas. Está abierto, y uno entra. Cerrado, quedas fuera y asumes...
View ArticleShirley Jackson, La lotería
La loteríaLa mañana del 27 de junio amaneció clara y soleada con el calor lozano de un día de pleno estío; las plantas mostraban profusión de flores y la hierba tenía un verdor intenso. La gente del...
View ArticleAimee Bender, El final de la ruta
El final de la ruta.El hombre fue a la tienda de mascotas a comprarse un hombrecito para que lo mantuviera acompañado. La tienda estaba llena de perros con manchas y gatos tímidos y la gente amistosa...
View ArticleFelisberto Hernández, La casa inundada
La casa inundada.De esos días siempre recuerdo las vueltas en un bote alrededor de una pequeña isla de plantas. Cada poco tiempo las cambiaban; pero allí las plantas no se llevaban bien. Yo remaba...
View ArticleRaymond Carver, Parece una tontería
Parece una tonteríaEl sábado por la tarde fue a la pastelería del centro comercial. Después de mirar las fotografías de pasteles pegadas en las páginas de una especie de álbum, encargó uno de...
View ArticleRosa Beltrán, Shere-Sade.
Shere-SadeTengo un amante 24 años mayor que yo que me ha enseñado dos cosas. Una, que no puede haber pasión verdadera si no se traspasa algún límite, y dos, que un hombre mayor sólo puede darte dinero...
View ArticlePrólogo al libro de relatos "Solo en mi oscuridad", de David Romero
PrólogoNo deja de ser extraño que dos naturalistas vocacionales que dedican sus horas de profesión a estudiar aspectos de la ecología de anfibios y otros grupos de fauna, gasten sus horas libres en una...
View ArticleJules Renard, Blandine y Pointu
Blandine y Pointu—¿Qué edad tiene usted, Blandine?—Treinta y siete años, señor. No soy de la última nidada de agosto.—¿Dónde nació usted?—En Lormes, en la Nièvre.—¿Pasó allí la infancia?—Sí, señor....
View ArticleGuadalupe Nettel, Hongos
HongosCuando yo era niña, mi madre tuvo un hongo en una uña del pie. En el pulgar izquierdo, más precisamente. Desde que lo descubrió, intentó cualquier cantidad de remedios para deshacerse de él. Cada...
View ArticleClarice Lispector, El huevo y la gallina
El huevo y la gallinaDe mañana en la cocina veo sobre la mesa un huevo.Miro el huevo con una sola mirada. Inmediatamente percibo que no se puede estar viendo un huevo. Ver un huevo nunca se mantiene en...
View Article